La inteligencia artificial ha alcanzado un nuevo logro histórico en el mundo del arte. La obra titulada *“A.I God”*, creada por el robot humanoide Ai-Da, rompió récords al ser subastada en Sotheby’s de Londres por cerca de 1.08 millones de dólares. Este evento no solo desafía las ideas tradicionales sobre creatividad y autoría, sino que también establece un precedente en la relación entre tecnología y arte.
Ai-Da, concebida en 2019, es un robot humanoide diseñado específicamente para la creación artística. Con cámaras en sus ojos, una mano biónica y un avanzado sistema de inteligencia artificial, es capaz de dibujar, pintar y generar obras conceptuales. Su creador, Aidan Meller, describe a Ai-Da como “la artista perfecta para discutir los desarrollos actuales de la tecnología y su legado”.
La obra subastada, *“A.I God”*, se inspira en Alan Turing, pionero de la informática, y explora temas como la ética de la inteligencia artificial y la fragilidad de la agencia humana. Según Meller, los tonos apagados y las líneas fragmentadas de la pieza evocan los desafíos que Turing anticipó en la década de 1950.
La venta de *“A.I God”* se considera un momento crucial para el arte contemporáneo. Es la primera vez que una creación realizada íntegramente por un robot humanoide alcanza tal nivel de éxito comercial, lo que resalta la creciente aceptación del arte generado por inteligencia artificial en las altas esferas del mercado.
Además, la pieza invita a reflexionar sobre preguntas fundamentales que Turing planteó décadas atrás: ¿Pueden las máquinas pensar? ¿Es la creatividad un atributo exclusivo de los humanos?
Ai-Da, cuyo nombre rinde homenaje a Ada Lovelace, pionera de la programación, fue desarrollada por un equipo multidisciplinario en Oxford. Desde su presentación, ha evolucionado de dibujar y escribir poesía a desarrollar técnicas pictóricas complejas. En sus obras se perciben influencias de artistas icónicos del siglo XX, como Pablo Picasso y Doris Salcedo, con un enfoque en la exploración de la fragilidad humana y la autoridad.
La subasta de *“A.I God”* no solo posiciona a Ai-Da junto a los grandes artistas contemporáneos, sino que también redefine lo que significa crear y ser en un mundo donde la inteligencia artificial continúa avanzando a pasos agigantados.
Con esta venta récord, el debate sobre el lugar de la tecnología en el arte cobra mayor relevancia, abriendo un diálogo sobre las posibilidades y límites de la creatividad en la era de la inteligencia artificial.