Desde 2014, la península de Yamal, en Siberia, ha sido testigo de la aparición de grandes cráteres explosivos que generaron preguntas y teorías en la comunidad científica. Ahora, un estudio reciente realizado por investigadores de la Universidad de Cambridge y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España revela que estos enormes agujeros son el resultado del cambio climático, que está descongelando el permafrost y liberando metano atrapado en las profundidades.
La investigación, publicada en *Geophysical Research Letters*, explica que las temperaturas más cálidas están desestabilizando la capa de permafrost, lo que permite que el metano atrapado durante milenios escape a la superficie de forma explosiva. Según Ana Morgado, ingeniera química de la Universidad de Cambridge y coautora del estudio, estas explosiones son provocadas por la presión que ejerce el gas, que se acumula sin salida hasta causar una explosión en la superficie.
El gas metano es un potente gas de efecto invernadero, y su liberación desde el permafrost podría intensificar el calentamiento global. Julyan Cartwright, geofísico del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, explica que el proceso es similar a una “explosión osmótica”, donde el permafrost actúa como una cámara a presión. Esto convierte a las explosiones en una “bomba de tiempo”, especialmente preocupante a medida que el calentamiento global prolonga la época de descongelamiento en Siberia.
Además de modificar la geografía de Yamal, los científicos advierten que la liberación de grandes volúmenes de metano puede empeorar el cambio climático a escala global. La investigación destaca cómo el calentamiento global está activando procesos naturales peligrosos que, sumados a las emisiones humanas, aceleran la crisis climática global.