A sus 52 años, Marijuana Pepsi Vandyck nunca ha considerado cambiar su peculiar nombre, a pesar de las constantes preguntas y reacciones que genera. Ni fuma marihuana ni consume refrescos, y fue su madre quien, con la intención de que destacara, le dio este nombre que ha marcado su vida. Lejos de sentir vergüenza, Vandyck ha abrazado su identidad, construyendo una exitosa carrera en el ámbito educativo con un doctorado en Liderazgo Educativo Superior.
A lo largo de su vida, ha enfrentado curiosidad y prejuicios, desde compañeros de clase hasta empleadores que la rechazaron solo por su nombre. Sin embargo, ha logrado sobresalir como profesora en el Community College of Baltimore County y fundadora de un centro de empoderamiento. Para Vandyck, su nombre es su "superpoder", permitiéndole desafiar expectativas y redefinir lo que significa el éxito.
Su historia es un recordatorio de que el verdadero valor de una persona no reside en su nombre, sino en cómo decide construir su propio camino, con orgullo y determinación.