Los secretos de la longevidad: Más allá de los genes, la clave está en la mente

Los secretos de la longevidad: Más allá de los genes, la clave está en la mente

Los secretos de la longevidad: Más allá de los genes, la clave está en la mente Los secretos de la longevidad: Más allá de los genes, la clave está en la mente.

El número de personas que superan el siglo de vida no para de crecer, despertando la curiosidad de científicos y expertos en salud. Más allá de la genética y los hábitos saludables, un nuevo estudio revela que la clave para una vida excepcionalmente larga podría estar en nuestra mente y en nuestras relaciones sociales.

Investigadores de todo el mundo han identificado patrones comunes en personas centenarias que van más allá de los factores biológicos. La vitalidad, la sociabilidad, la independencia, la curiosidad y el optimismo se perfilan como rasgos distintivos de quienes alcanzan esta edad avanzada.

Según estudios recientes, mantener una actitud positiva y una mente activa es fundamental para una larga vida. La psicóloga Montserrat Lacalle señala que quienes experimentan bajos niveles de estrés y ansiedad tienen mayores probabilidades de alcanzar los 100 años. Además, cultivar relaciones sociales sólidas y mantener una vida activa contribuyen significativamente al bienestar.

María Dolores Merino, experta en el estudio de centenarios, destaca la importancia de la resiliencia y la curiosidad. Estas cualidades permiten a las personas superar obstáculos y adaptarse a los cambios de manera más efectiva.

Otros factores clave identificados en los estudios incluyen:

Independencia: Mantener la autonomía el mayor tiempo posible contribuye a una mayor sensación de bienestar.
Conexiones sociales: Rodearse de seres queridos y mantener una vida social activa proporciona un sentido de propósito.
Aprendizaje continuo: Mantener la mente activa a través del aprendizaje y nuevas experiencias es beneficioso para la salud cognitiva.

¿Qué podemos aprender de los centenarios?
Los centenarios nos enseñan que una vida larga y saludable va más allá de la genética y los cuidados médicos. Al cultivar una actitud positiva, mantener relaciones sociales sólidas y cuidar de nuestra salud mental, podemos aumentar nuestras posibilidades de vivir más tiempo y con mayor calidad de vida.