Jacob Childs, un buzo de 30 años, protagonizó un dramático rescate tras perderse en el mar durante una expedición de buceo en la costa sureste de Queensland, cerca de Bundaberg. Según el medio ABC, Childs se separó de su grupo al no encontrar una cuerda de seguridad a la que aferrarse cuando emergió a la superficie.
Mientras el sol se ponía, Childs grabó un emotivo video en el que expresaba su miedo a no volver a tierra. En la grabación, se le escucha decir: “Cuando el sol se ponga, no harán nada. Eso es un adiós para el viejo Jakey”. El video refleja la desesperación que sentía mientras flotaba en el mar, completamente solo.
La desaparición de Childs desató una intensa operación de búsqueda, que incluyó equipos de rescate aéreos y marítimos. A pesar de las dificultades de visibilidad durante la noche, después de varias horas, un avión de rescate logró avistarlo en el agua, permitiendo a la policía llevar a cabo su exitoso rescate.
Al ser rescatado, Childs manifestó su alivio diciendo: “Me sentí aliviado y quería una taza de té”. Su experiencia resalta los peligros inherentes al buceo y la importancia de seguir estrictos protocolos de seguridad.
Este incidente pone de manifiesto la necesidad de medidas de seguridad rigurosas durante las actividades de buceo. La falta de una cuerda de seguridad y la baja visibilidad durante la noche fueron factores clave que complicaron la situación. Mantener al grupo unido y contar con un equipo de rescate bien coordinado es esencial para evitar tragedias.
El rescate de Jacob Childs subraya los riesgos que conlleva el buceo y la eficacia de las operaciones de búsqueda y rescate en situaciones críticas.