Un video que muestra a un hombre recolectando chicles desechados, limpiándolos y volviéndolos a empaquetar para su reventa ha causado un gran revuelo en redes sociales. Las imágenes, que rápidamente se viralizaron, muestran al sujeto arrancando chicles pegados en paredes y veredas, para luego someterlos a un proceso de lavado, secado y recubrimiento con azúcar. Finalmente, les da forma, imprime envolturas y los coloca en estantes de un supermercado como si fueran nuevos.
La grabación ha generado una ola de indignación entre los usuarios de redes sociales. Los comentarios no se hicieron esperar, y muchos exigieron acciones inmediatas. “¡Envíenlo a la cárcel ya!”, expresó un internauta furioso. Otros usuarios, horrorizados, manifestaron su rechazo a la idea de volver a consumir chicles. “No puedo creerlo, jamás volveré a comer chicle”, escribió una persona.
Sin embargo, no todos se dejaron llevar por la controversia. Algunos usuarios pusieron en duda la autenticidad del video, sugiriendo que podría tratarse de una actuación. “Probablemente solo tomó una tableta de chicles del supermercado y la volvió a poner en su lugar, todo era falso”, argumentó un comentarista, insinuando que el video fue hecho para provocar reacciones virales.
Aunque el debate continúa, la grabación ha puesto sobre la mesa la vulnerabilidad de los consumidores y la facilidad con la que los contenidos virales pueden generar alarma o confusión.