En un giro inesperado del destino, Judith Monarrez recibió la noticia que había estado esperando durante casi una década: su perro Gizmo, que se había escapado en 2015, había sido encontrado vivo. La noticia, que llegó por correo electrónico el 17 de julio de 2024, desató una ola de emociones para Monarrez, quien colapsó en el suelo de su cocina al enterarse.
Gizmo, un perro de 11 años, había sido encontrado por una mujer que lo llevó al veterinario. Gracias al microchip que Gizmo llevaba, el veterinario pudo identificarlo y notificar a Monarrez, quien había dedicado años a buscar a su mascota perdida. A pesar de los cambios en la apariencia de Gizmo —incluyendo miedos, cojera y problemas de salud— Monarrez lo reconoció de inmediato por sus ojos. “Aunque lucía tan diferente, cuando miré en sus ojos supe de inmediato que era Gizmo”, compartió Monarrez con emoción. “Y en cuanto mencioné su nombre, él inclinó la cabeza y no dejó de mirarme”.
Este conmovedor reencuentro coincide con la entrada en vigor de una nueva ordenanza en Las Vegas, que obliga a los propietarios de mascotas a microchipar a sus gatos y perros a partir del 1 de agosto. Esta medida busca mejorar la recuperación de mascotas perdidas y prevenir situaciones similares en el futuro.
Actualmente, Monarrez y su familia se concentran en atender los problemas de salud de Gizmo y en ofrecerle el amor y cuidado que había estado esperando durante años. A pesar de las dificultades y el sufrimiento que Gizmo ha atravesado, para Monarrez, el regreso de su fiel amigo es un verdadero milagro.