En un gesto de conciliación política, el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, respondió a las recientes declaraciones de Claudia Sheinbaum, virtual Presidenta electa, asegurando que no existe ninguna línea divisoria entre ambos.

Durante su conferencia de prensa matutina este miércoles 3 de julio en Palacio Nacional, López Obrador dejó claro que no hay lugar para conflictos ni divisiones con Sheinbaum. "Ni yo soy cacique, ni ella es pelele", afirmó el Mandatario Federal, subrayando su respeto hacia la próxima titular del Ejecutivo.

El Presidente enfatizó que una vez que Sheinbaum asuma el cargo el último día de septiembre, él se retirará de la vida pública y política para dedicarse a escribir un libro sobre la historia de México prehispánico. "Mi Presidenta es mi Presidenta, y la voy a respetar siempre", declaró López Obrador, elogiando las cualidades de Sheinbaum como mujer íntegra, inteligente, y preparada para enfrentar cualquier desafío.

López Obrador también señaló que si en algún momento Sheinbaum desea consultarle, él está dispuesto a reunirse con ella, aunque confía plenamente en su capacidad para gobernar sin necesidad de su intervención. Esta postura refleja un entendimiento claro entre ambos líderes políticos de la 4T, mostrando un camino de transición estable y respetuoso para el futuro de México.