Se vengó su exnovia haciendo que la multaran en múltiples ocasiones por 3 años

Se vengó su exnovia haciendo que la multaran en múltiples ocasiones por 3 años Se vengó su exnovia haciendo que la multaran en múltiples ocasiones por 3 años.

En el año 2009, la historia de Brandon Preboy y Jennifer Fitzgerald tomó un giro inesperado cuando decidieron terminar su relación sentimental.

Sin embargo, lo que siguió después de la ruptura fue una serie de eventos que desembocaron en una situación legal complicada y costosa.

Brandon, en un acto de venganza tras la separación, decidió tomar medidas drásticas. Utilizó el auto de Jennifer y lo dejó estacionado en un área reservada para empleados del aeropuerto de Chicago, lugar donde él trabajaba.

Lo que inicialmente parecía una molestia menor, pronto se convirtió en un problema financiero significativo para Jennifer.

El vehículo de Jennifer comenzó a acumular multas de tránsito, y ella recibía las notificaciones correspondientes. La situación se complicó aún más debido a que Jennifer no tenía permiso para acceder al estacionamiento de empleados y mover el auto por sí misma.

A medida que pasaba el tiempo, Brandon tomaba la acción de simplemente cambiar el vehículo de lugar dentro del estacionamiento para evitar que las multas se acumularan visiblemente en el parabrisas.

El auto permaneció en el estacionamiento durante un periodo de tres años, durante los cuales acumuló un total sorprendente de 678 multas de tránsito, sumando una cantidad exorbitante de 105,761 dólares en deudas.

Después de una prolongada batalla legal, las autoridades de la ciudad de Chicago decidieron perdonar 100,000 dólares de las multas acumuladas. A pesar de esta reducción significativa, Brandon no salió ileso y fue obligado a pagar 1,600 dólares como parte de las consecuencias legales de su acción.

Sin embargo, el impacto financiero más pesado recayó en Jennifer, quien se vio obligada a desembolsar 4,470 dólares para resolver completamente la situación.

Este incidente, que parece sacado de un cuento por su extravagancia, es una prueba contundente de cómo las decisiones impulsivas pueden tener repercusiones graves y costosas en la vida real.