En un acto de valentía y habilidad, Griffin Sanders, un niño de 10 años, se convirtió en héroe en 2013 cuando tomó el control del auto de su abuela tras un desmayo repentino mientras conducían a 100 kilómetros por hora en una concurrida carretera. 

Durante el trayecto, la abuela de Griffin sufrió un infarto y perdió el conocimiento, dejando su pie en el acelerador y el vehículo fuera de control. Ante el peligro inminente, Griffin, aficionado al videojuego Mario Kart, reaccionó rápidamente. Tomó el volante y, con notable destreza, maniobró el coche para evitar el tráfico circundante. Finalmente, dirigió el vehículo hacia una zanja de lodo, logrando detenerlo de manera segura. Su acción salvó la vida de su abuela y la de su hermanito de 4 años, quien viajaba en el asiento trasero.

"Podría tener razón", mencionó Griffin cuando le preguntaron cómo logró controlar la situación de emergencia. "Jugué muchísimas horas de Mario Kart", explicó, sugiriendo que su experiencia en el videojuego pudo haber mejorado sus habilidades de respuesta y coordinación bajo presión.

Esta anécdota se ve respaldada por un estudio de 2016, que indica que jugar Mario Kart puede mejorar significativamente las habilidades de respuesta y coordinación. 

El incidente subraya no solo la valentía y destreza de Griffin, sino también la importancia de mantener la calma y actuar con rapidez en situaciones de emergencia.