En 2019, Julia del Switch fue llevada de urgencia al hospital por su novio, presentando una grave lesión: había perdido una mano en un supuesto accidente mientras podaba árboles en su jardín. Lo que inicialmente se consideró un lamentable accidente doméstico pronto se convirtió en una historia de fraude y desesperación.
Las sospechas surgieron cuando las autoridades descubrieron que días antes del accidente, el novio de Julia había buscado información sobre prótesis de manos en internet. Además, un año antes del incidente, Julia había contratado pólizas con cinco diferentes compañías de seguro, lo que resultaba inusual.
La trama se complicó al revelarse que la pareja no había llevado la mano amputada al hospital, sugiriendo una intención deliberada de asegurar que la discapacidad fuera permanente. Esto les permitiría recolectar más de un millón de euros del seguro, aprovechando las cláusulas que beneficiaban a víctimas de amputaciones irreversibles.
Durante la investigación, se descubrió que la pareja estaba profundamente endeudada y había planeado el accidente para cobrar el dinero del seguro y resolver sus problemas financieros. Julia confesó que la desesperación por las deudas la llevó a tomar una decisión tan drástica y peligrosa.
Finalmente, Julia fue sentenciada a dos años en prisión y su novio a tres años. Afortunadamente, los médicos lograron reimplantar la mano de Julia, aunque con complicaciones y secuelas permanentes.
Este caso es un recordatorio de hasta dónde puede llevar la desesperación y la ambición desmedida, reflejando no solo un acto de fraude y engaño, sino también una profunda tragedia humana impulsada por circunstancias económicas adversas.