El 27 de enero de 1971, un jet privado con cinco personas a bordo desapareció sin dejar rastro en una noche fría y nevada. El vuelo, que despegó del Aeropuerto Internacional de Burlington con destino a Providence, Rhode Island, transportaba a dos tripulantes y tres empleados de Cousin’s Properties, una empresa de desarrollo con sede en Atlanta. A pesar de extensas búsquedas a lo largo de los años, George Nikita, Donald Myers, Frank Wilder, Richard Kirby Windsor y Robert Ransom Williams III nunca fueron encontrados...hasta ahora.
El misterio fue finalmente resuelto por Garry Kozak de Goffstown, New Hampshire, quien descubrió los restos del avión en el fondo del lago Champlain cerca de la Isla Juniper, en Estados Unidos. Kozak, experto en búsquedas submarinas, localizó el Jet Commander de 10 plazas durante el fin de semana del Memorial Day. La noticia del hallazgo se mantuvo confidencial hasta informar a las familias de las víctimas.
Antes de este descubrimiento, se encontraron piezas del avión, incluido un tanque de oxígeno, pero el fuselaje principal permanecía esquivo. Kozak había dedicado años al análisis de escaneos y a la búsqueda de formas inusuales en el fondo del lago. Su dedicación dio frutos durante una búsqueda de seguimiento en mayo, utilizando vehículos operados a distancia y tecnología de imágenes de alta resolución.
El equipo de Kozak encontró múltiples restos, incluyendo un fuselaje roto con pintura coincidente, panel de instrumentos, estructura del ala y restos aparentes de un motor. Kozak está seguro del hallazgo, afirmando que “si camina como un pato, grazna como un pato y se parece a un pato, probablemente sea un pato”. La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte y las autoridades están verificando los hallazgos.
El descubrimiento provocó emociones encontradas en las familias de las víctimas. Kristina Coffey, hija del piloto George Nikita, expresó alivio, diciendo: “No se puede encontrar paz hasta que encuentres todas las piezas”. El hijo de Frank Wilder compartió sentimientos de shock e incredulidad, agregando que nunca pensó que llegaría este día. Barbara Nikita, sobrina y ahijada de George, describió su reacción como una mezcla de shock, asombro y malestar, pero reconoció el cierre que trae el descubrimiento.
Kozak agradeció a su equipo, incluidos Hans Hug de Sonar Search and Recovery, Bruce Stebbins y Tim McDonald de Marine Solutions, por su papel en el descubrimiento. Destacó que el avance fue un esfuerzo colectivo, con contribuciones de diversas personas y grupos a lo largo de los años, según un reportaje de NBC 5.
La ubicación exacta de los restos se mantendrá confidencial para respetar el sitio. Aunque no está claro qué sucederá con el avión hundido, las familias están a la espera de decisiones adicionales. La búsqueda finalmente ha proporcionado algo de cierre a los familiares de los perdidos, poniendo fin a un misterio de décadas.