En un sorprendente giro de vida, Nikki Vasconez, una destacada abogada de Filadelfia, Estados Unidos, tomó la decisión audaz de renunciar a su salario de casi 125,000 dólares como abogada de primer nivel para perseguir su verdadera pasión: comunicarse telepáticamente con animales. A la edad de 33 años, en plena pandemia de coronavirus en septiembre de 2020, Nikki comenzó a investigar cómo establecer un vínculo especial con las mascotas, lo que la llevó a renunciar a su trabajo un año después.
Nikki, ahora conocida como la psíquica de mascotas, ha encontrado su verdadero llamado y ha transformado su antigua rutina estresante en un trabajo que describe como "el de sus sueños". En septiembre del año pasado, lanzó su negocio como psíquica de mascotas en redes sociales, y en poco tiempo, las solicitudes para consultas se acumularon, agotando sus citas hasta enero de 2022.
La abogada convertida en psíquica, a través de su cuenta de TikTok, atrajo a 175,000 seguidores en solo unos meses, y su consultorio se vio tan saturado que tuvo que dejar de aceptar reservas. Nikki compartió su asombro ante la abrumadora demanda, indicando que tuvo que crear una lista de espera con más de 4,000 personas deseando comunicarse con sus animales.
El cambio de vida radical no solo ha sido beneficioso en términos de satisfacción personal para Nikki, sino también financieramente. Cada sesión de una hora con esta psíquica de animales tiene un costo de 350 dólares, y debido a la alta demanda, se ha visto obligada a limitar sus comunicaciones a dos por día para garantizar la calidad de las lecturas.
Nikki, a través de su empresa Nikki Vasconez Animal Communication, ofrece no solo la capacidad de comunicarse con animales vivos, sino también con aquellos que han fallecido. Sorprendentemente, revela que los animales difuntos se muestran felices y libres, compartiendo detalles sobre cómo se han restaurado partes de sus cuerpos y cómo han desaparecido sus dolencias.
Esta ex abogada ahora se dedica principalmente a trabajar con mascotas domésticas como perros y gatos, pero también ha tenido experiencias comunicativas con una variedad sorprendente de animales, desde dragones barbudos hasta caballos, vacas, cerdos, aves y burros.