La composición del chicle no es nada de otro mundo, contiene edulcorantes, saborizantes, y por supuesto, goma de butilo, la cual es responsable de la textura que diferencia al chicle. Según la Asociación Estadounidense de Química, la goma de mascar se digiere al igual que muchas otras comidas.
Cuando el chicle llega al estómago, los jugos gástricos y enzimas digestivas inician su trabajo de descomponer los alimentos para extraer los nutrientes.
Posteriormente el chicle digerido sigue su camino natural por el intestino hasta salir del cuerpo, por lo tanto, el ciclo de permanencia de un chicle no es diferente al de cualquier otra comida.
Con información de Culturizando.com