El delineador de ojos fue utilizado por primera vez en el Antiguo Egipto y en la Mesopotamia, este líquido negro se usaba para emular la línea oscura que los gatos tienen alrededor de los ojos. La imitación tenía que ver con el hecho de que para los egipcios esa línea negra representaba sofisticación.
Los egipcios lo utilizaban como método de protección. Diferentes investigadores afirman que este maquillaje se realizaba por razones medicinales, ya que ayudaba a que los ojos no sufrieran por ciertas infecciones.
En 1922, con el descubrimiento del faraón Tutankamón, se introdujo definitivamente el uso del delineador en Occidente. Las mujeres comenzaron a imitar esos ojos rasgados que tanto caracterizan a los miembros de las civilizaciones egipcias.
Durante la década de los 60's, se comenzó a utilizar un estilo más asociado a diferentes diseñadores como Mari Quant y a publicidades gráficas. A partir de entonces preponderaron las líneas blancas y negras bien anchas para realzar la mirada. Dicho maquillaje llamativo tuvo corta vida, pues fue dejado a un lado en la década del 70, cuando el look bohemio, más ‘natural’ comenzó a ganar terreno. El clásico delineador negro fue reemplazado entonces por el marrón; color que resultaba más natural para las rubias.
A principios del XXI, el delineado grueso y las sombras negras se impusieron en Inglaterra, coronando la moda gótica y punk. Incluso se extendió su uso a muchos hombres que se sumaron a la tendencia. Finalmente la estilización hizo que las líneas finas terminaran por imponerse.
Actualmente los delineadores son cosméticos muy importantes, por la forma en que resaltan la belleza de los ojos femeninos.
Con información de Culturizando.com