También el 30% de su contenido son proteínas y solo el 3 % son grasas. El resto son minerales y agua. Se puede decir que es un alimento por su costo que puede incorporarse al menú diario sin golpear tanto el bosillo.
Puede combinarse con arroz de preferencia integral y algunas verduras. Sin embargo es importante aclarar que se puede encontrar en el mercado distintos tipos de pavo entre ellos el fiambre que se puede comer frío.
Los valores nutricionales del fiambre y la carne de pavo son totalmente distintos al igual que su composición. Por ejemplo con 100 gramos de fiambre de pavo, se reducen la cantidad de proteínas a la mitad y las grasas se multiplican por cuatro.
La presencia de vitaminas queda reducida a muy pocas cantidades y el contenido de sal se multiplica por seis. A igual cantidad de alimento, estaremos consumiendo unos nutrientes bien distintos.
Incluso el fiambre se compone de varios ingredientes como agua, azúcar, sal, proteínas lácticas, almidón de patata. Por eso es importante conocer la composición de algunos productos sobre todo en algunos que a veces pensamos que son saludables.
Según el 'Informe del consumo de alimentación en España 2017' del Ministerio de Alimentación, la ingesta de carne fresca ese año se redujo un 2,2 % con respecto a 2016 (incluida la de pavo). No obstante, se registró un aumento en la demanda de carne procesada, como el fiambre, por primera vez en cuatro años.
Así que la mejor opción es comer carne de pavo sin tantos aditivos y prepararla en casa a la plancha. Así se podrá disfrutar mejor de sus beneficios. Si deseas en algún momento consumir el fiambre solo debes fijarte en buscar versiones bajas en sal.
También busca acompañarlo con bocadillos que te garanticen ingredientes saludables como por ejemplo pan integral. Hay que aprender a deducir el porcentaje de pavo en función de las cantidades de los demás ingredientes.
Con información de Consumer.es