Los gatos formaron parte importante durante la época de los faraones, ya fuera como una compañía del hogar o un objeto de culto, estos animales tuvieron más influencia sobre los egipcios que cualquier otra criatura.
Llegaron a ser considerador como protector de los dioses, por lo que el gato se convierte en un semi Dios que no puede ser propiedad de ningún humano; solamente el faraón tenía el honor de poseer como mascota a esta criatura sagrada.
Por lo tanto, los gatos estaban bajo la protección del faraón y de la ley que prohibía que se vendiera, lastimara o matara a cualquier gato. El comercio, daño, o violencia contra los gatos era castigado con la muerte.
Aunque no se conoce con exactitud el momento en el que los egipcios comenzaron a domesticar gatos, se considera que fue alrededor del 2000 A.C . Los egipcios llevaban a sus gatos como animales de compañía a cazar, en vez de llevar perros que ya en ese momento eran domesticados con este fin en otras partes del mundo. También se hacían estatuas de gatos y se colocaban afuera de los hogares para proteger a los habitantes de los espíritus malignos.