La pequeña foca bebé fue encontrada a las orillas del enorme lago Baikal ubicado en la región montañosa de Siberia, Rusia. Fue el perro quien la encontró y los científicos que venían con él se dieron cuenta que se encontraba sola y que era demasiado pequeña para sobrevivir por su cuenta. Por lo que decidieron llevarla a casa y cuidarla por unos días.
En el video que compartió la noticia, cuentan que el más atento de todos fue el perrito, quien no le quitó el ojo a la foca ni por un segundo. Cuentan que la cuidó como si fuera su propio cachorro durante todo el tiempo que estuvieron juntos.
En los tres días que estuvieron juntos, la foca y el perro hicieron de todo juntos, pero la gran parte de sus actividades consistían en jugar. A la foca le gusta mucho rodar y comer pescado, y al perro le gusta mucho darle besos y buscarle pulgas.
Una vez que los científicos determinaron que era buen momento para dejarla ser libre y explorar el mundo, la llevaron de regreso al lago para que viviera su vida como se debe, publica Sopitas.