En la actualidad, el miedo al quirófano y a las cirugías persiste entre muchas personas debido al desconocimiento y la aprensión. Sin embargo, la evolución de la ciencia médica ha hecho que la mayoría de los procedimientos quirúrgicos sean rutinarios y seguros, gracias al avance tecnológico.

Aunque se han reducido considerablemente, los riesgos asociados a las cirugías generales siguen presentes, recordándonos la complejidad y fragilidad del cuerpo humano. Dentro de esta rama, existen siete operaciones que se consideran especialmente peligrosas, según la Asociación Americana de Cirugía del Trauma.

Entre estas cirugías de alto riesgo se encuentran la extirpación parcial del intestino grueso o delgado, la reparación de úlceras sangrantes o rasgadas, la separación de órganos abdominales adheridos, entre otras. Estas intervenciones conforman el 80% de las cirugías generales de emergencia en Estados Unidos, siendo críticas debido a la importancia vital del tracto intestinal.

Es importante destacar que, según la investigación, los pacientes sometidos a cirugías de corazón abierto tienen resultados más favorables que aquellos que se enfrentan a intervenciones intestinales abiertas.

Aunque la ciencia médica ha avanzado considerablemente, conocer los riesgos asociados a las cirugías generales es fundamental para una toma de decisiones informada. Los avances tecnológicos continúan siendo aliados en la simplificación y seguridad de estos procedimientos, pero la precaución y la información siguen siendo la mejor defensa del paciente.